Bajo la cortina de actividades culturales o agenda cultural, y apoyar diferentes expresiones artísticas o inclusive para fomentar directamente el cine de terror, el gobierno de l...
a Ciudad de Buenos Aires, a sabiendas o en ignorancia, abre una vez más las puertas a lo oculto, a lo demoníaco, al mundo de los muertos, a los espectros y a todo lo que tiene que ver con el horror y el terror. ¡Como que no viviéramos en un mundo de terror, violencia, sangre e inseguridad de todo tipo!
Según su propio manifiesto, estas marchas buscan “estimular y reivindicar el cine de género de terror, fantástico y de bajo presupuesto”. Buscan además “esbozar un retrato crítico de nuestra sociedad contemporánea”. Según los organizadores “la idea es reflejar la imagen de lo que somos sin ser conscientes de esa realidad, con el objetivo de involucrarse para ayudarnos entre todos”.
La única forma de salir de la pileta no es llamar a más gente a la pileta. Si los que participan reflejan la sociedad que viven, ¿son ellos mismos, como participantes de la sociedad, generadores de esta situación también?
Más allá del mal gusto y de la estupidización de la sociedad que fomenta, con un amplio llamamiento a la participación, mínimamente visual, como expresamos al principio de lo demoníaco, el hecho que, según ellos mismos afirman, que cada vez es más numerosa su participación, y la sociedad no reacciona para cambiar (para bien), me dice varias cosas: ellos no buscan hacer ninguna crítica, sino fomentar lisa y llanamente el tema.
Las Escrituras nos enseñan a no tener nada que ver con el mundo de los muertos (Dt. 18:9-13), por eso en el nombre de Jesús declaramos que este espectáculo / marcha es ilegítimo en el mundo espiritual. Por lo tanto, en el nombre de Jesús DECRETAMOS:
1) Que todo contacto con el mundo de los muertos queda cancelado.
2) Que todo objetivo de promover el terror, el horror, el mal gusto, la sangre, lo asqueroso, incluyendo la brujería y cualquier práctica ocultista, contacto con o espíritus de los muertos queda cancelado en forma “artística” o en cualquier otra, y no progresa más.
3) Toda “alimentación“ o potenciación espiritual del inframundo queda cancelada.
4) El proceso de popularización de este tipo de actividad comienza a decaer hasta su extinción, siendo aborrecible y criticado por la sociedad.
5) Toda organización queda desbaratada por no promover el bien, el crecimiento, la salud integral (especialmente la mental, espiritual y la social) de la sociedad, incitando además de la proliferación de un género que bajo el camuflaje de “arte”, busca justamente lo contrario, incita a la sociedad a acercarse el mundo de los muertos, y estupidizarse y degradarse con productos de la fantasía humana.
6) Que toda imagen alimentada por la fantasía humana y energizada por el inframundo y la actividad demoníaca queda ahora bloqueada y sin fruto.
7) Que nos volvemos contra ti, Satanás, que en forma encubierta quieres entretener y distraer a la gente con tonterías, mientras les inculcas relacionarse con el inframundo. De modo que desbaratamos tus planes y los dejamos sin efecto, porque está escrito.: “El Hijo de Dios apareció para deshacer las obras del diablo” (1 Jn. 3:8). Deshacemos, por lo tanto todas tus obras, desde la organización a cualquier efecto, deseo, sueño o consecuencia que pueda tener la marcha.
Por el contrario, DECLARAMOS, en el nombre de Jesús:
1) Que el único que promueve belleza y salud integral para el individuo, la familia y la sociedad es nuestro Señor Jesucristo, Dios de vivos y no Dios de muertos (Lc. 20:38).
2) Que la única forma de cambiar a la sociedad es brindarle un modelo alternativo y no alimentar la muerte con más mensajes de muerte. Jesús es “el camino, la verdad y la vida” (Jn. 14:6).
3) Qué Jesús es la única esperanza para esta sociedad como para el individuo en particular. Nadie llega al Padre si no es por él (Jn. 14:6).
4) Que Jesús es la fuente de toda belleza, bondad, paz, mansedumbre, alegría, sana convivencia, además de salud física, emocional, mental, espiritual y relacional (Is. 53:5s; Mt. 8:17; Hch. 10:38; Gá. 5:22s). Sólo Cristo Jesús es la solución para el vacío del mundo (Ef. 1:23).
5) Que Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos se arrepientan (2 P. 3:9) y tengan vida y vida en abundancia (Jn. 10:10). Que la vida eterna es una nueva calidad de vida que comienza a vivirse desde el momento que uno recibe a Jesucristo y dura por toda la eternidad.
6) Que la muerte física, para el creyente, es el paso para el encuentro eterno con el Rey de reyes y el Señor de señores ( 1 Ts. 4:17) y librarnos de todas las ataduras temporales y los efectos del pecado (Ap. 21:4).
7) Que en Cristo Jesús el creyente pasó de muerte a vida, y nuestros cuerpos serán transformados, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta, en un cuerpo glorioso, como el de Cristo, y no veremos corrupción (1 Co. 15:50-57).
8) Que todas las festividades que decretó Dios para su pueblo tienen que ver con la vida. La única que tiene que ver con la muerte es la que él mismo encarnó para librarnos a nosotros de la muerte eterna (He. 4:14-16; 7:26s). El murió en nuestro lugar para que nosotros pasemos del reino de las tinieblas al reino de su Hijo amado (Col. 1:13).
9) Que Cristo reina en Buenos Aires y que toda tiniebla se disipa y desaparece.
10) Que toda rodilla se doblará ante su nombre y toda lengua confesará que Cristo es el Señor, para la gloria de Dios padre (Fil. 2:11).
11) Que como iglesia de Jesucristo, además levantamos un altar continuo de adoración al que vive por los siglos y al que tiene en su mano el libro de la historia (Ap. 4s).
12) Que Jesús es el nombre arriba de todo nombre
Según su propio manifiesto, estas marchas buscan “estimular y reivindicar el cine de género de terror, fantástico y de bajo presupuesto”. Buscan además “esbozar un retrato crítico de nuestra sociedad contemporánea”. Según los organizadores “la idea es reflejar la imagen de lo que somos sin ser conscientes de esa realidad, con el objetivo de involucrarse para ayudarnos entre todos”.
La única forma de salir de la pileta no es llamar a más gente a la pileta. Si los que participan reflejan la sociedad que viven, ¿son ellos mismos, como participantes de la sociedad, generadores de esta situación también?
Más allá del mal gusto y de la estupidización de la sociedad que fomenta, con un amplio llamamiento a la participación, mínimamente visual, como expresamos al principio de lo demoníaco, el hecho que, según ellos mismos afirman, que cada vez es más numerosa su participación, y la sociedad no reacciona para cambiar (para bien), me dice varias cosas: ellos no buscan hacer ninguna crítica, sino fomentar lisa y llanamente el tema.
Las Escrituras nos enseñan a no tener nada que ver con el mundo de los muertos (Dt. 18:9-13), por eso en el nombre de Jesús declaramos que este espectáculo / marcha es ilegítimo en el mundo espiritual. Por lo tanto, en el nombre de Jesús DECRETAMOS:
1) Que todo contacto con el mundo de los muertos queda cancelado.
2) Que todo objetivo de promover el terror, el horror, el mal gusto, la sangre, lo asqueroso, incluyendo la brujería y cualquier práctica ocultista, contacto con o espíritus de los muertos queda cancelado en forma “artística” o en cualquier otra, y no progresa más.
3) Toda “alimentación“ o potenciación espiritual del inframundo queda cancelada.
4) El proceso de popularización de este tipo de actividad comienza a decaer hasta su extinción, siendo aborrecible y criticado por la sociedad.
5) Toda organización queda desbaratada por no promover el bien, el crecimiento, la salud integral (especialmente la mental, espiritual y la social) de la sociedad, incitando además de la proliferación de un género que bajo el camuflaje de “arte”, busca justamente lo contrario, incita a la sociedad a acercarse el mundo de los muertos, y estupidizarse y degradarse con productos de la fantasía humana.
6) Que toda imagen alimentada por la fantasía humana y energizada por el inframundo y la actividad demoníaca queda ahora bloqueada y sin fruto.
7) Que nos volvemos contra ti, Satanás, que en forma encubierta quieres entretener y distraer a la gente con tonterías, mientras les inculcas relacionarse con el inframundo. De modo que desbaratamos tus planes y los dejamos sin efecto, porque está escrito.: “El Hijo de Dios apareció para deshacer las obras del diablo” (1 Jn. 3:8). Deshacemos, por lo tanto todas tus obras, desde la organización a cualquier efecto, deseo, sueño o consecuencia que pueda tener la marcha.
Por el contrario, DECLARAMOS, en el nombre de Jesús:
1) Que el único que promueve belleza y salud integral para el individuo, la familia y la sociedad es nuestro Señor Jesucristo, Dios de vivos y no Dios de muertos (Lc. 20:38).
2) Que la única forma de cambiar a la sociedad es brindarle un modelo alternativo y no alimentar la muerte con más mensajes de muerte. Jesús es “el camino, la verdad y la vida” (Jn. 14:6).
3) Qué Jesús es la única esperanza para esta sociedad como para el individuo en particular. Nadie llega al Padre si no es por él (Jn. 14:6).
4) Que Jesús es la fuente de toda belleza, bondad, paz, mansedumbre, alegría, sana convivencia, además de salud física, emocional, mental, espiritual y relacional (Is. 53:5s; Mt. 8:17; Hch. 10:38; Gá. 5:22s). Sólo Cristo Jesús es la solución para el vacío del mundo (Ef. 1:23).
5) Que Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos se arrepientan (2 P. 3:9) y tengan vida y vida en abundancia (Jn. 10:10). Que la vida eterna es una nueva calidad de vida que comienza a vivirse desde el momento que uno recibe a Jesucristo y dura por toda la eternidad.
6) Que la muerte física, para el creyente, es el paso para el encuentro eterno con el Rey de reyes y el Señor de señores ( 1 Ts. 4:17) y librarnos de todas las ataduras temporales y los efectos del pecado (Ap. 21:4).
7) Que en Cristo Jesús el creyente pasó de muerte a vida, y nuestros cuerpos serán transformados, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta, en un cuerpo glorioso, como el de Cristo, y no veremos corrupción (1 Co. 15:50-57).
8) Que todas las festividades que decretó Dios para su pueblo tienen que ver con la vida. La única que tiene que ver con la muerte es la que él mismo encarnó para librarnos a nosotros de la muerte eterna (He. 4:14-16; 7:26s). El murió en nuestro lugar para que nosotros pasemos del reino de las tinieblas al reino de su Hijo amado (Col. 1:13).
9) Que Cristo reina en Buenos Aires y que toda tiniebla se disipa y desaparece.
10) Que toda rodilla se doblará ante su nombre y toda lengua confesará que Cristo es el Señor, para la gloria de Dios padre (Fil. 2:11).
11) Que como iglesia de Jesucristo, además levantamos un altar continuo de adoración al que vive por los siglos y al que tiene en su mano el libro de la historia (Ap. 4s).
12) Que Jesús es el nombre arriba de todo nombre
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