Muchas veces la victoria o derrota se define en la
voluntad de Dios. Es decir, si es la voluntad de Dios hacer algo y lo hacemos,
la victoria está asegurada. Ahora, si no
estamos en línea con Dios, es decir, si por algún motivo hay una separación con
Dios (es decir, hay pecado en nuestras vidas), la victoria puede estar
comprometida.
En el caso de este pasaje, “el Señor estaba con Judá”. ¿Qué quiere decir esto? Que Judá no
estaba en pecado. Judá estaba alineado con la justicia divina. Dios avalaba lo
que Judá estaba haciendo. La conquista en ese momento era parte de la voluntad
de Dios. Y Judá por su lado estaba haciendo un buen trabajo. El qué y el cómo
de Judá estaban con la aprobación de Dios.
Y por causa de esta razón, Judá había tomado la
región montañosa. Si comparamos entre el llano y la montaña, fácilmente nos
damos cuenta que la parte llana es un lugar donde es fácil de pelear. Sin
embargo, la región montañosa tiene su dificultad. Primariamente, porque por lo
general los enemigos están arriba, y uno tiene que subir. Pero debido a que “Dios estaba con Judá”, pudieron
conquistarla.
Pablo dice: “Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece”. Y esto sería una ejemplificación que
un territorio montañoso aun es conquistable si Dios está con nosotros.
¿Cuál es tu territorio montañoso? ¿Cuáles son esas
áreas “difíciles” para conquistar? Quizá tengas una cantidad de áreas en tu
vida que son verdaderos gigantes, que son lugares fortalecidos. Judá pudo conquistarlos,
porque Dios estaba con él. Si Dios está contigo, entonces te animo a que
avances en el nombre de Jesús y conquistes. “Pero,
pastor, es una zona montañosa”. Judá pudo porque Dios estaba con él. Si
estás seguro que Dios está contigo, qué te lo impide.
Pero luego, la segunda parte del versículo muestra
algo curioso: “pero no pudo expulsar a
los habitantes el valle, porque estos tenían carros de hierro”.
El punto no es que no pudieron porque no fuera la
voluntad de Dios, ni que porque estuvieran en pecado. Dios seguía estando con
ellos, pero lo que impidió que conquistaran fueron los carros de hierro. El
valle, como dijimos, era una zona “fácil”. Pero la presencia de carros de
hierro evitó que la conquistaran. La gran pregunta es qué tienen que ver los
“carros de hierro” con la conquista.
Algunas veces no entendemos cómo trabaja la fe.
Solemos pensar que tenemos mucha fe. “Pastor,
yo tengo mucha fe”. “Tenía esta enfermedad y oré, pero oré con fe, y se sanó”.
¡Gloria a Dios! Pero no entendemos cómo es la dinámica de la fe. Probablemente
esa persona se va a confrontar con otras situaciones de enfermedad y ore
también las personas se sanen. Y es claro, una victoria de levanta el ánimo
como para enfrentar la próxima batalla. Y al mismo tiempo te vas conociendo en
la medida de fe que tienes.
Pero de repente se presenta una situación, fuera
de esta esfera de sanidad en enfermedad que lo descoloca. Llega a su casa, y
tiene por debajo de su puerta una carta documento. Y todo un escalofrío le
recorre toda la carta. La lee y hay una intimación en términos muy fuertes. Al
ser ignorante de muchas cosas, comienza a latirle el corazón más rápido y
comienza a hacer algunos llamados telefónicos. Mientras espera, lee el diario y
la noticia del día cómo la corrupción ha avanzado y cuántos inocentes fueron
demorados en el último mes, mientras los delincuentes siguen en la calle.
Entonces, a esta persona, comienzan a caminarle
los ratones por la cabeza, la preocupación y el miedo la sitian y queda
paralizada. Hace media hora terminaba de sanar un cáncer terminal, pero ahora
está paralizada de miedo. La pregunta es ¿por qué? Porqué una persona guerrera
y victoriosa en un área puede ser un fracaso en otra?
Miren lo que pasó con Judá: fue victorioso en la
región montañosa, pero quedó paralizado en el valle, y la razón eran los carros
de hierro que tenían los enemigos.
Satanás sabe que si nosotros creemos lo que Dios
nos dice, quiénes somos y lo que podemos hacer, él no tiene nada que hacer.
Antes de comenzar a pelear ya ha sido derrotado.
¿Por qué Goliat seguía gritando, y así estuvo por
40 días? Porque en la primera oportunidad que lo hizo tuvo éxito. El primer día
los amenazó y los israelitas huyeron. El Segundo, lo mismo. Y así por varios
días. ¿Por qué insistía Goliat? Porque el método funcionó. Saúl y todo su
ejército estaba paralizado de miedo. Goliat desafiaba a tener un mano a mano
con cualquier soldado. Y Saúl, en lugar de pararse e ir, ofrecía a su hija en
matrimonio y exención de carga impositiva de por vida, sentándose en la mesa
del rey. Pero no logró nada, porque el miedo se había instalado en el ejército
de Israel.
Una estrategia del enemigo para amargarte la vida
es bloquearte en algunas áreas de tu vida. Es decir, puedes tener fe en un
montón de cosas o aspectos, pero hay dos o tres áreas donde no puedes fluir. Y
te trae culpabilidad. Te dice que no puedes, que eres un fracaso, que tu fe
nunca va a crecer.
Entendamos que el trabajo psicológico que hace el
enemigo es muy fuerte. Porque en los lugares escarpados pudiste vencer, pero en
el llano, en el valle, en lo fácil eres derrotado.
¿Qué son estos carros de hierro? Entendamos que el
pueblo de Israel no había entrado en la edad de hierro, todavía, pero no así
los filisteos y otros grupos. En el tiempo de Saúl los únicos que tenían armas
de hierro eran Saúl y Jonatán. Ellos todavía estaban en la edad de bronce.
Entonces, claro, cuando ven carros de hierro, no sabían con qué darle. El
impacto psicológico que causa ver un arma nueva, que no sabe qué hace, cómo
funciona, y además entender su indestructibilidad, lo paraliza a uno. Esto es
lo que le pasó a los hebreos. Dios estaba con ellos, pero quedaron paralizados.
El terreno era mucho más fácil, pero había carros de hierro.
Este es el mes décimo, un mes de justicia. Dios
está contigo. Avanza. Quizá sea un tiempo en el cual tendrás que transitar por
lugares llanos y no escabrosos. Lugares “fáciles”. Pero no bajes la guardia.
Que sea fácil no quiere decir que Satanás no vaya a disponer de carros de
hierro para amedrentarte y paralizarte. La idea es avanzar en el nombre de Jesús
y destruir los carros de hierro. Dios está contigo. Alinéate con la justicia de
Dios, y avanzar. Los valles deben también ser conquistados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario